Cuidados del menor
Los trastornos alimentarios son alteraciones en el hábito del buen comer, que ocurren por múltiples condiciones y se presentan regularmente después de los 6 meses. Para entender los trastornos de la alimentación es importante reconocer la diferencia entre el hambre, que es la necesidad del organismo de comer, y el apetito, que es el deseo de comer. Este último puede ser estimulado con características de los alimentos como color, olor y sabor.
Causas principales por las que niños no tienen apetito:
La fobia a los alimentos es diferente a la neofobia. Esta última es normal en todos los niños, pues se niegan a consumir alimentos nuevos, sin embargo, los aceptan si se van introduciendo paulatinamente en la dieta. En ocasiones pueden requerir hasta 15 intentos de prueba para aceptarlos.
Si el niño no come todo lo que le ofreces, no te alarmes, pues el rechazo no significa que necesariamente tenga un trastorno alimentario.
La dieta ideal es aquella que cumple con las características CESA:
C: Completa. Que contiene todos los nutrientes.
E:
Equilibrada. Con porciones adecuadas.
S: Suficiente. Que promueve el crecimiento.
A: Adecuada. Acorde a la edad del niño.
El servicio de videollamada de esta aplicación está disponible
para indicarte cuál es la ruta que debes tomar, según los síntomas de
tu hijo (Cita con el Médico de Familia, atención prioritaria o urgencias),
además de agilizarte la prioridad en la atención que requieras.
Para acceder a este servicio debes contar con un equipo que tenga cámara incorporada y sistema de audio.
Las amígdalas y adenoides son tejidos de la garganta diseñados especialmente para proteger al cuerpo de infecciones y atrapar los gérmenes que pasan a través de la boca y nariz.
Las amígdalas están en la parte de atrás de la garganta y las adenoides un poco más arriba, detrás de la nariz.
La amigdalitis provoca dolor e inflamación en las amígdalas.
Las adenoides inflamadas pueden ser dolorosas, dificultar la respiración y causar problemas en los oídos.
Es un conjunto de afecciones que inflaman las vías respiratorias, principalmente la laringe.
Afecta con mayor frecuencia a los niños entre 2 y 4 años.
Algunas infecciones virales que pueden incluir crup son sarampión, adenovirus e influenza.
Algunos niños son más propensos al crup y lo pueden padecer varias veces.
En términos sencillos, significa que el cuerpo no tiene tanta agua, ni léquidos como debiera.
Las primeras señales son:
• Sequedad en la boca y la garganta, saliva espesa y pegajosa.
• Disminución de la orina, en algunas ocasiones el color se torna amarillo oscuro. En los bebés se puede identificar al notar los pañales menos mojados de lo usual.
• Resequedad en los ojos y llanto con pocas lágrimas.
• Irritabilidad y desgano.
Los indicios de una deshidratación moderada son:
• Piel reseca y sin elasticidad.
• Pereza o letargo.
• Ojos de apariencia hundida.
Los indicios de una deshidratación graves son:
• Boca y lengua con sequedad extrema.
• Fontanela o mollera hundida (en bebés).
• Poca o ninguna orina en 8 horas.
• Piel que parece masa o que no se aplana de inmediato al pellizcarla.
• Respiración y latidos más rápidos de lo usual.
• Mucho letargo y posiblemente pérdida del conocimiento.
Desprendimiento de la última capa de la piel en forma de escamas (similar a lo que comúnmente llaman despellejar, tras una quemadura por el sol).
Dermatitis localizada en los espacios entre los dedos de las manos y los pies, caracterizado por la presencia de pequeñas vesículas duras que provocan picazón o sensación de ardor.
Enrojecimiento de la piel.
Erupción de color rojo.
Pérdida de la masa cutánea por un traumatismo, pero que no deja cicatriz.
Lesión de la piel en forma de surco, pequeña, profunda y de color rojo.
Inflamación de un folículo piloso de la piel que inicia por una lesión pequeña y que luego se infecta (acumula pus).
Son unos nódulos o pequeñas bolas que actúan como filtros o trampas cuando detectan algunas partículas extrañas, virus o infecciones en el cuerpo.
Principalmente se encuentran ubicados en la ingle, el cuello, la axila y debajo de la barbilla.
La congestión de los ganglios significa que están trabajando al máximo para defender el cuerpo, por ejemplo, cuando se presenta inflamación de los oídos o garganta.
Gastroenteritis es la inflamación del estómago y de los intestinos grueso y delgado.
La inflamación viral que algunos llamamos "resfriado estomacal" se produce por la presencia de algunos virus (rotavirus, adenovirus, calicivirus, entre otros.) que producen entre otros síntomas, vómito y diarrea.
Por lo regular los síntomas aparecen 1 a 2 días después de la infección y pueden durar de 1 a 10 días, dependiendo del virus.
Glándula que segrega sebo y lubrica el pelo.
Glándulas secretoras del sudor.
Engrosamiento de origen congénito (de nacimiento) o adquirido de la capa externa de la piel, compuesta de queratina, una fuerte proteína protectora. Puede manifestarse como piel gruesa o menos elástica, callos, inflamación crónica o dermatitis.
Aumento de la pigmentación cutánea.
Disminución de la pigmentación cutánea.
Conjunto de fenómenos de defensa del organismo contra una agresión que puede manifestarse con diversos signos (dolores, hinchazón, calor, enrojecimiento, entre otros).
Lesión alrededor de la placa principal, que es de menor tamaño, pero que comparte las mismas características de forma y color.
Aumento del grosor y pigmentación de la piel, dando como resultado una exageración de los pliegues naturales. Se origina por el rascado frecuente y prolongado.
Mancha pigmentaria de la piel, generalmente de color rojizo y de dimensiones variables, que no sobresale de la superficie.
Se trata de uno de los pequeños espacios que tiene los bebés entre las dos partes del cráneo. Con el paso de los meses los huesos del cráneo crecerán hasta juntarse completamente.
La mollera es el espacio que se encuentra justo en la parte superior de la frente.
Un abombamiento, junto a otros síntomas, puede significar aumento de la presión del cerebro.
Un hundimiento, junto a otros síntomas, puede significar deshidratación.
Conducta propia de los niños más pequeños, en la que se niegan a probar alimentos nuevos y por eso es común que manifiesten aversión a las verduras.
Estructura que está anclada en lo profundo de la piel, formando una saliente redondeada y de consistencia firme.
Lesión de la piel en forma de pequeña saliente, firme y de color variable.
Área prominente, plana, dura y rugosa, de más de 1 cm de diámetro.
Comezón, picazón.
Lesión constituida por una pequeña ampolla con líquido purulento en su interior.
Lesión inflamatoria en la comisura labial, caracterizada por fisuras o pequeñas úlceras que dejan costra. Puede ser en unilateral o bilateral. Comúnmente llamada boquera.
Área hinchada, elevada, de forma irregular y de diámetro variable, de color rosado y con el centro más claro. Ejemplo: lesión tras la picadura de un insecto.
Materias o sustancias que producen las glándulas del cuerpo y que el cuerpo libera a través de orificios.
1. Las soluciones de rehidratación oral o sales de rehidratación oral (SRO) son una combinación especial de diferentes ingredientes que ayudan a evitar la deshidratación grave por diarrea o vómito.
2. Si compras las que vienen en presentaciones líquidas, consúltale al farmaceuta cuál es la cantidad y la frecuencias en las que debes dársela al paciente, según la edad y los síntomas.
3. Si compras las presentaciones que vienen en polvo, ten presente las siguientes recomendaciones de la Unicef:
• Pon el contenido de un sobre de SRO en un recipiente limpio. Lee las instrucciones en el sobre y vierte la cantidad correcta de agua limpia. Muy poca agua puede agravar la diarrea.
• Mezcla las sales con agua solamente. No disuelvas la SRO en leche, sopa, jugo de fruta o una bebida refrescante. No añada azúcar.
• Agita bien la mezcla y dásela al niño con una taza limpia. No uses una botella.
• Un niño menor de 2 años necesita beber, por lo menos, de un cuarto a la mitad de una taza grande de SRO después de cada deposición con diarrea.
• Un niño mayor de 2 años necesita beber, por lo menos, la mitad de una taza grande de SRO después de cada deposición con diarrea.
4. Si no tienes al alcance una SRO, solo para mayores de 1 año, puedes preparar líquidos caseros rehidratantes de papa o plátano. Debes ser muy estricto en la cantidad exacta de sal.
5. Líquido basado en papa:
• Ingredientes: 2 papas medianas, ½ cucharadita tintera de sal, 1 litro de agua.
• Preparación: pon las papas picadas y peladas en una olla con 1 litro de agua y ½ cucharadita tintera de sal. Cocínalas durante ½ hora, licúa, deja enfriar y ofrécelo al paciente.
6. Líquido basado en plátano. Sigue las mimas instrucciones del líquido de papa, solo que reemplazas las papas por ½ plátano verde.
pesadez, pereza y torpeza en los movimientos del cuerpo como consecuencia del mal dormir o de pocas horas de sueño.
1. Lávate las manos con agua y jabón.
2. Revisa la fecha de vencimiento del frasco.
3. Pídele al paciente que se acueste de lado.
4. Ten cuidado de que los dedos no toquen el conducto de salida de las gotas.
5. Con una mano acerca el gotero y con la otra jala la oreja hacia arriba y atrás.
6. Pon las gotas en la oreja, cerca del conducto del oído, para que ellas se deslicen solas y entren con la temperatura ideal para el cuerpo.
7. Nunca pongas gotas directamente en el conducto del oído, pues por lo general entran con burbujas de aire.
Pérdida de la capa superficial y profunda de la piel. Es cóncava, formando un cráter de tamaño variable, que puede botar algo de líquido y es de color rojo.
Técnica en la Axila.
1. Limpia la axila del paciente para que esté seca.
2. Si es un termómetro de vidrio recuerda que debes cogerlo por el extremo contrario a la punta de color azul, roja o plateada. Sacúdelo para que baje la temperatura que pueda estar registrando.
3. Pon el termómetro debajo de la axila, de modo tal que el paciente lo sostenga al colocar el codo sobre el pecho.
Retíralo después de que pasen entre 3 y 4 minutos.
5. Por higiene límpialo con agua y jabón o alcohol antiséptico.
Técnica en la Boca.
1. Asegúrate de que el paciente no haya tomado nada frío o caliente durante los últimos 30 minutos.
2. Limpia el termómetro con agua y jabón o alcohol antiséptico. No uses agua caliente.
3. Si es un termómetro de vidrio, recuerda que debes cogerlo por el extremo contrario a la punta de color azul, roja o plateada. Sacédelo para que baje la temperatura que pueda estar registrando.
4. Pon la punta del termémetro debajo de un lado de la lengua y hacia atrás.
5. Pídele al paciente que sostenga el termómetro con los labios y los dedos, no con los dientes. El paciente deberá respirar por la nariz, manteniendo la boca cerrada.
Lesión constituida por una pequeña ampolla con líquido claro en su interior.
Sequedad excesiva de la piel.