Amor, calor y lactancia son la base del método canguro para sacar adelante a bebés prematuros o con bajo peso.
Las mamás canguro poseen una bolsa en su abdomen donde su cría termina su desarrollo. Dentro de la bolsa marsupial, el pequeño recibe calor, alimento y protección hasta que puede salir definitivamente al mundo. Así mismo, las madres canguro mantienen las 24 horas del día a sus bebés en posición vertical, piel con piel, sin nada que le impida al pequeño recibir el calor, el roce y el cariño de su madre.
Cuando salen de sus casas para llevar a los bebés a los controles periódicos, suelen ser objeto de miradas extrañadas que cambian cuando se les acercan y perciben entre su camisa un diminuto rostro de bebé que reposa plácidamente en lo que es para él el mejor lugar del mundo.
Sello nacional
En Colombia, el déficit de unidades neonatales y la insuficiencia de incubadoras llevaron al jefe del servicio de neonatología y por aquel entonces profesor de pediatría de la Universidad Nacional de Bogotá, Edgar Rey Sanabria, a crear el Método Madre Canguro, MMC, en el Instituto Materno Infantil de Bogotá en 1978. Con los años se fue perfeccionando hasta lograr la aceptación universal por la comunidad científica y hoy se aplica en casi todo el mundo. En la actualidad existen programas con el MMC en los cinco continentes.
Las bases del método son contacto piel a piel entre la madre y el recién nacido las 24 horas del día, posición vertical, alimentación materna y mucho amor. La figura del padre como apoyo del programa es fundamental, su presencia y colaboración para reemplazar a la madre mientras ella se baña y se viste, o descansa un poco, hace de éste un proyecto familiar que afiance los nexos afectivos. Si normalmente la vida de las parejas cambia cuando nace un hijo, en el caso de que sea prematuro o que su peso esté por debajo de los 2.000 gramos, la situación exige un compromiso mayor si optan por el método. Los nuevos padres deben tener el deseo de estar en el programa para ayudar al pequeño, ya que su participación forzada, lejos de beneficiar al bebé, lo angustiaría inútilmente. En vista de la importancia que tiene la voluntad de los familiares para el éxito del Método Canguro, los especialistas que lo apoyan subrayan que éste es una herramienta que se debe recomendar pero nunca imponer.
Criterios rigurosos
Un bebé prematuro es aquel que nace por debajo del último día de semana 37 de gestación. Se considera que tiene bajo peso por debajo de los 2.500 gramos y muy bajo peso si pesa menos de 1.000 gramos. El hecho de que un niño nazca antes de tiempo conlleva un deficiente desarrollo y una inmadurez en muchos de sus componentes orgánicos. Tiene deficiencia respiratoria por inmadurez pulmonar e incapacidad para poder mantener estable la temperatura corporal. A esto se le suma la inmadurez renal y fragilidad vascular, sobre todo a nivel cerebral, lo que posibilita la ruptura de vasos y hemorragias intracraneanas. Si nace con defensas bajas, el prematuro es aún más delicado, lo cual facilita el ingreso de las infecciones o septicemias con inusitada rapidez.
Grandes beneficios
El programa de bebé canguro reporta efectos positivos demostrados en toda la familia.
Principales objetivos:
â€Â¢ Fortalecer el vínculo precoz madre-hijo.
â€Â¢ Promover y estimular la lactancia.
â€Â¢ Favorecer una regulación térmica adecuada.
â€Â¢ Motivar a la familia sobre el uso de la posición vertical para evitar el reflujo gástrico.
â€Â¢ Disminuir el riesgo de infección hospitalaria.
â€Â¢ Humanizar el cuidado hospitalario.
En el niño:
â€Â¢ Disminuye el riesgo de infecciones y apneas (períodos de ausencia).
â€Â¢ Mejora la ganancia de peso.
â€Â¢ Mantiene la temperatura estable.
â€Â¢ Disminuye el trauma acústico y visual.
â€Â¢ Beneficia la lactancia materna.
â€Â¢ Mejora el sueño.
â€Â¢ Prpporciona regulación cardiorrespiratoria.
â€Â¢ Se reducen grandemente los costos de tratamiento y por supuesto los días de internación y posibilidad de infecciones intrahospitalarias cruzadas.
En la madre:
â€Â¢ Facilita la lactancia materna.
â€Â¢ Disminuye la ansiedad y la depresión posparto.
â€Â¢ Domina el cuidado del niño.
â€Â¢ Mejora su imagen como protectora.
Para el padre:
â€Â¢ Promueve la participación activa en el cuidado del prematuro.
â€Â¢ Mejora el vínculo afectivo con el hijo y con la madre.