Mito: Esta es una enfermedad mortal.
Realidad: No tiene que ser así. Muchas mujeres viven muchos años de forma sana, luego de descubrir y tratar la enfermedad. El diagnóstico temprano es la mayor esperanza.
Mito: Cualquier bulto en el seno es signo de cáncer.
Realidad: El 98% de los nódulos palpados en los senos son benignos o no cancerosos. Con frecuencia son variaciones normales en el tejido. Eso sí, ante cualquier cambio hay que consultar a tu médico de familia. El miedo es uno de los aliados del cáncer.
Mito: Las mujeres de senos pequeños tienen menos probabilidades de sufrir la enfermedad.
Realidad: El tamaño de las mamas no tiene relación con las posibilidades de sufrir cáncer de seno.
Mito: Aunque las mamografías y ecografías ayudan a detectar los tumores, el exceso de radiaciones puede producir cáncer.
Realidad: En estos exámenes se usan dosis mínimas de radiación sobre los senos, por lo que el riesgo de daño es prácticamente nulo.
Mito: Las pastillas anticonceptivas y los desodorantes antitranspirantes pueden generar cáncer de mama.
Realidad: Para mayor tranquilidad con respecto a los métodos anti conceptivos consulta con tu médico de familia médico de familia, así seleccionarás el método anticonceptivo más apropiado para ti. Con respecto a los desodorantes no hay estudios que evidencien que sus componentes o la disminución de la transpiración aumenten el riesgo de cáncer de mama.
Mito: Los aumentos de seno con silicona incrementan el riesgo de contraer la enfermedad.
Realidad: Aunque hubo un tiempo de controversia alrededor de este tema, posteriores investigaciones dieron al traste con este mito. Ver
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