¡Mamá, tu leche también puede contribuir al disfrute de un mundo más tranquilo! Nos referimos al hecho de que amamantar a tu hijo de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida, y combinada con otros alimentos después de esta edad, no sólo les aporta los ingredientes necesarios para una buena nutrición, sino que además influye en la forma en que durante su edad adulta se relacione con el resto del mundo, siendo una persona más tolerante y menos violenta.
¿Por qué se produce este efecto?
La leche materna, dentro de todas sus sustancias especiales, contiene dos particulares: se trata de la dopamina y la serotonina, que actúan en el cerebro produciendo serenidad, optimismo, mayor concentración, elevando en ánimo y mejorando la autoestima. Estas son características que estarán presentes desde la primera etapa de vida de tu hijo y que tendrán mayores probabilidades de mantenerse en la vida adulta.
Tantas variedades como niños existen
Al lactar a tu hijo le estarás aportando la alimentación exacta que necesita, de acuerdo con su edad y el lugar del mundo en el que te encuentres. Es así como la leche materna se adapta a las necesidades de cada bebé:
Es diferente la leche materna que produce una mamá de un bebé prematuro a la de un niño nacido en el término de los nueve meses.
En clima frío las madres producen un alimento con mayor densidad y concentración de grasas, pues los bebés en estas regiones requieren mayor cantidad de calorías.
Un bebé en clima caliente requiere mayor hidratación, razón por la cual la madre produce naturalmente leche materna con mayor cantidad de agua.
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