Estos son algunos de los mitos más comunes frente al embarazo:
Comer papayuela es abortivo. Se trata de una fruta como cualquier otra que puedes consumir con tranquilidad, mientras el personal de salud no te recomiende excluirla de tu dieta.
Tener relaciones sexuales es dañino. Puedes disfrutar con normalidad de tu vida íntima con tu pareja mientras el médico de familia no te entregue otra indicación; es posible que, ante situaciones muy específicas, como hematomas o amenaza de parto prematuro, te pida que no tengas penetraciones, pero sólo lo sabrás en el control prenatal. • Teñirse el cabello genera riesgos. Tu médico de familia te indicará que lo puedes hacer después del tercer mes y con productos naturales. Sólo el experto en salud te puede dar la recomendación adecuada.
Embarazo es igual a reposo total. Puedes practicar ejercicio normalmente, en períodos no superiores a los 40 minutos, mientras el médico de familia no te entregue una indicación diferente.
Montar en moto tiene contraindicaciones. La posición no influye en el normal desarrollo del bebé. La única dificultad que se puede presentar es en el incremento del riesgo de una posible caída. Para tus viajes largos, en cualquier medio de transporte, debes parar cada hora para descansar un poco.
Precauciones especiales
En el control prenatal y en las actividades educativas de Mamás Consentidas te enterarás de aspectos claves, como:
Evita tomar bebidas gaseosas oscuras, pues tu sistema digestivo sufre alteraciones en el embarazo y este tipo de líquidos te pueden aumentar las agrieras, reflujos y vómitos.
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Deja el licor y el cigarrillo en el pasado. Ya sabes que sus componentes son muy dañinos, tanto para tu salud como para la de ese bebé que llevas en tu vientre. Recuerda que el cuerpo de tu hijo apenas se está formando y sus defensas son supremamente débiles, así que estas sustancias se convierten en un mayor riesgo.
No consumas café ni bebidas energizantes, debido a que tienen un componente llamado cafeína que aumenta en cierta manera el ritmo cardiaco; el tuyo y el de tu bebé en este estado están más sensibles, por lo tanto, lo mejor es evitar alterarlos.
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