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Seguramente si eres un paciente con diabetes y tu médico te ha recetado insulina, sabes que esta sustancia permite que tu cuerpo absorba el azúcar (glucosa) que circula por la sangre para ser aprovechado como energía.

Ten presente las siguientes recomendaciones para su buen uso:

• Consúltale a tu médico cuáles son las áreas indicadas para ti según el tratamiento, la hora de aplicación y la contextura muscular.

• En su orden los puntos de absorción más rápidos a más lentos son:

1. Abdomen:
respetar 4 dedos alrededor del ombligo.

2. Brazos:
en la parte de afuera, dejar 4 dedos, por debajo del hombro y por encima del codo.

3. Muslos:
en la parte superior externa, dejar 4 dedos, por debajo de la ingle y por encima de la rodilla.

4. Glúteos:
parte superior externa.

• Con el objetivo de proteger la piel, rota las aplicaciones en diferentes puntos del área indicada. Deja un dedo entre un pinchazo y otro.

• Si vas a realizar ejercicio, abstente de inyectar una parte que vaya a estar muy activa, por ejemplo, las piernas, el abdomen y los glúteos si vas a trotar o caminar.

• Evita aplicarte insulina cerca de lunares o cicatrices.

• Mantén en la nevera, no en el congelador, la insulina que no estés empleando. Si se congela, pierde su efecto.

• Guarda a temperatura ambiente la insulina que tienes en uso. Verifica que el lugar sea fresco y lejos de la luz solar. En estas condiciones puede durar aproximadamente un mes.

• Si vives en sitios expuestos a más de 28ºC, es preferible que conserves en la nevera la insulina de uso frecuente. Antes de emplearla déjala unos 30 minutos por fuera, teniendo en cuenta que el frío puede incrementar el dolor de la inyección.

• Si vas a salir de viaje, lleva la insulina en una nevera portátil, garantizando que no tenga contacto directo con hielo o geles fríos.

• Revisa la fecha de vencimiento y verifica que la insulina tenga una apariencia normal, no debe tener grumos.

• Lávate las manos con agua y jabón.

• Desinfecta con alcohol la parte del cuerpo que vas a inyectar y déjala secar.

• Utiliza siempre una aguja nueva. Esta solo debe tener contacto con la parte superior del frasco de la insulina y con la piel limpia.

• Sigue las instrucciones que te ha dado el médico o la enfermera de familia para realizar una buena aplicación. Recuerda dejar la aguja dentro de la piel durante 5 segundos después de inyectada la insulina.

• Si utilizas lapiceros precargados, quítales la aguja al finalizar para evitar la formación de burbujas.

Un equipo de expertos te acompaña

Te esperamos en las actividades educativas que EPS SURA ha diseñado para enriquecer tu estilo de vida, enseñándote por ejemplo, a identificar los deportes o ejercicios físicos más beneficiosos para ti, aprender a leer las etiquetas de los alimentos, mejorar la técnica de aplicación de la insulina y conocer experiencias de otros pacientes.