¡Nos gusta lo natural!
¿Qué puede ser más perfecto que lo que la madre naturaleza nos regala? Pero de ahí a que sean sustancias innocuas, ya hay una gran diferencia. Al final, el veneno de serpiente, el arsénico y la estricnina son totalmente naturales ¡Pero son mortales!

 

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La idea no es que vivas con miedo evitando tomar cualquier cosa...

...pero sí que recuerdes que tu cuerpo es un laboratorio químico que reacciona con cualquier sustancia que le des



 

Sin irnos a los extremos, la realidad es que hay muchos productos que consumimos sin receta médica porque pensamos que no nos pueden hacer daño, sean alimentos, suplementos vitamínicos, medicamentos homeopáticos, así como esos medicamentos que se compran sin receta y que tomamos sin ninguna precaución.

La realidad es que todo, hasta el agua, es un químico y en el cuerpo suceden interacciones, reacciones y trasformaciones de las que ni siquiera somos conscientes. Generalmente el organismo es capaz de manejar sustancias cotidianas, eliminándolas sin problemas, pero otras veces se generan tóxicos o materiales con los que el cuerpo no puede lidiar.

¿Algunos ejemplos?

Sabías que:

Si tomas más calcio del recomendado puedes afectar el funcionamiento eléctrico de tu corazón o desarrollar cálculos renales.

Algunos jarabes y medicamentos que tomas contra la acidez y que compras sin receta médica afectan la absorción del calcio y de algunos medicamentos que el médico si te haya recetado, de forma que ya no cumplen su función.

La hierba de San Juan nunca se debe tomar si estás utilizando otros medicamentos psiquiátricos (por ejemplo antidepresivos) porque esta mezcla puede llevarte a un síndrome serotoninérgico, una condición bastante grave.

Aún la aspirina y los analgésicos comunes deben ser tratados con respeto y no abusar de ellos porque pueden ser hepatotóxicos, es decir, generar una reacción del hígado que puede poner tu vida en riesgo.

Se debe evitar el consumo de cualquier suplemento vitamínico y hasta el exceso de ajo dos semanas antes de una operación, para evitar interacciones o que hayan problemas de coagulación.

La idea no es que vivas con miedo evitando tomar cualquier cosa, pero sí que recuerdes que tu cuerpo es un laboratorio químico que reacciona con cualquier sustancia que le des y por lo tanto, que lo que ingieras lo hagas a conciencia y bien asesorado. Por lo tanto:

Consulta con tu médico antes de comenzar a tomar un medicamento o suplemento así sea natural.

Cuéntale todo lo que estés usando (así sea una infusión de caléndula todos los días)

No ensayes en ti mismo lo que a “todo el mundo le ha funcionado”.

Y recuerda que, como dicen los orientales, “tu cuerpo es un templo que hay que cuidar”.

Cuidarte es también, tener precaución con lo que consumes.